lunes, 26 de octubre de 2015

JOSÉ PICARDO. IN MEMORIAM
















"Papá, te quiero muchísimo, me costará mucho aprender a vivir sin ti, nos volveremos a ver pero ahora toca cuidar a mamá… y agradecer a todos el apoyo y el cariño que hemos recibido en estos momentos tan duros… Gracias, gracias y mil gracias de todo corazón".

Un mensaje en Facebook es como si fuera dentro de una botella, como el mapa del tesoro de un corazón. Así leí las palabras de Suso Picardo días después de la muerte de su padre, José Picardo, Joselito de la Venta, como todo el mundo lo llamaba.

"No vais a vivir sin él, creedme, él vivirá en vosotros… Y con tanto amor como le tenéis su presencia no se desvanecerá. La muerte no puede contra el amor. Un fuerte abrazo con todo mi cariño".

Quise ponerle estas palabras yo porque la vida me las había hecho aprender. Cuando mi hija, cuando mi padre, cuando mi madre y cuando mucha gente que yo quería de todo corazón y se fueron, me dejaron aquí. Es que no lo pienso, lo puedo demostrar en mí mismo: la muerte no puede contra el amor. Muerte, he ahí tu victoria (1 Cor. 15, 54-58) decía el apóstol Pablo. Suso Picardo y sus hermanos lo sabrán muy pronto, cuando sientan la presencia del padre que se acaba de ir. Y también lo sabrá Lela Fontao, su novia de niño, su esposa de toda la vida, la madre de estos hijos desolados, golpeados por la muerte, testigos del final de un padre. Nos inventamos mil modos de rodear la sencilla verdad: el amor le puede a la muerte siempre. El dolor se mitiga con el tiempo, el amor puede crecer y crecer. Y no es un atajo de la inteligencia natural del hombre, es la pura verdad.

José Picardo fue toda su vida un hombre bueno. Recuerdo a su tía María Picardo, la verdadera gigante que hizo grande de verdad a la Venta de Vargas, decirme llena de convicción de sus sobrinos José y Lolo, que heredarían la Venta y con ello el enclave de la magia del arte de la Isla de Camarón: "Enrique, Joselito es muy bueno y mi Lolo también, y muy inteligente". Era su lema, Joselito es buenísimo. Yo añado: y generoso a más no poder. No me sorprendió en absoluto la unanimidad del dolor de San Fernando por su pérdida. Eso está en el aire, el dolor cuando es verdadero, el penar cuando de verdad duele. Y la muerte de José Picardo le ha dolido a esta ciudad porque él tuvo a La Isla por bandera toda su vida, que fue abnegada y laboriosa.

Una nueva generación de Picardo ha tomado las riendas de una empresa que es más que una empresa, que es un emblema de La Isla, un lugar al que hay que ir por lo menos una vez en la vida, al que viene gente de los cuatro puntos cardinales del mundo para mirar e intentar atrapar la magia que allí se custodia. Desde el recuerdo de su tía abuela, y de sus padres, saldrán adelante. Inolvidable José Picardo, descansa en paz.

In Memoriam

lunes, 19 de octubre de 2015

'EL TAMAÑO DEL CORAZÓN'
















El día 18 de noviembre a las 20 horas y en el Centro de Congresos de las Cortes de la Real Isla de León, que así se llama, María del Carmen Montiel de Arnáiz, mi única hija, filóloga e inductora inocente de este libro, lo presentará en primicia para todos. 

Han sido más de 15 años construyendo su estructura, elaborando los materiales como si fueran poemas, porque la la Poesía es la Literatura y la Literatura es la Poesía. O seguían siendo mi tesoro privado, mi locus amoenus en donde yo cada tiempo entraba de puntillas para retocar aquí o allá, o incluir un nuevo texto, un fragmento de vida, un recuerdo de los que están grabados a fuego en la piel o en el alma... Digo que o era este el cuadro, esta la realidad, o me decidía a encaminarme hacia un fin que no podía ser otro que cerrar el capítulo final y darlo a la editorial. Me convencieron y lo hice. 

Desde mucho antes, mucho antes, tenía pensada la portada. Lo decidí cuando vi la foto maravillosa de Patricia O'Donnell. Es más, se la pedí para mi próximo libro, que hubiera sido este o cualquier otro que escribiera porque esa foto tenía que ser la portada de un libro mío. Soy feliz por su regalo, agradecido por su cariño. En esa atmósfera reina el tamaño de mi corazón, que es la gente anónima que pasea por la playa en la nebulosa de una gran neblina, o una gran calima. Es mi gente, la gente de este litoral impresionante, esta prolongación del Paraíso. Donde el amor es todo lo que contiene 'El tamaño del corazón'. El amor en todas sus declinaciones, o muchas de ellas, en los encuadres, en las estampas, en las palabras que pretenden no encerrar pero sí reflejar la vida.